viernes, 21 de marzo de 2014

EL ESFUERZO HUMANO

El esfuerzo humano
no es aquel joven hermoso que sonríe
erguido sobre su pierna de yeso
o de piedra
ofreciendo, con los pueriles artificios de lo estatuario,
la imbécil ilusión
de la alegría, la danza y la dicha,
evocando con la otra pierna en el aire
el dulce retorno a casa;
NO,
El esfuerzo humano no lleva un niño sobre el hombro derecho,
otro sobre la cabeza
y un tercero sobre el hombro izquierdo,
ni sus herramientas en la bandolera,
ni una mujer joven aferrada a sus brazos;
El esfuerzo humano lleva consigo un braguero
y las cicatrices de los combates
librados por la clase obrera
contra un mundo absurdo y sin ley;
El esfuerzo humano carece de verdadero hogar,
siente el olor de su trabajo
y tiene los pulmones afectados
su salario es magro
sus hijos también
trabaja como un negro
y el negro trabaja a su par;
El esfuerzo humano no tiene saberes mundanos,
el esfuerzo humano no llega a la edad de la razón;
el esfuerzo humano tiene la edad de los cuarteles,
la edad de la fatiga y de las cárceles,
la edad de las iglesias y de las fábricas,
la edad de los cañones,
y del que plantó las viñas por todos lados
y encordó todos los violines
y se alimenta de malos sueños
y se emborracha con el pésimo vino de la resignación
y como una gran ardilla ebria
da vueltas por ahí sin parar
en un universo hostil,
polvoriento, de techos bajísimos,
y sin parar forja la cadena,
la aterradora cadena en la que todo se encadena,
la miseria el lucro el trabajo el asesinato
la tristeza la desgracia el insomnio y el tedio,
la aterradora cadena de oro
de carbón, de hierro y de acero,
de escoria y de polvo,
ceñida alrededor del cuello
de un mundo desamparado;
la miserable cadena
de la que cuelgan los dijes divinos
las reliquias sagradas
las cruces de honor las cruces gamadas
los amuletos de la buena suerte
las medallas de viejos servidores
las baratijas de la desgracia
y la gran pieza de museo,
el gran retrato ecuestre
el gran retrato de cuerpo entero
el gran retrato de frente de perfil de pose coja
el gran retrato dorado
el gran retrato del gran adivino
el gran retrato del gran emperador
el gran retrato del gran pensador
del gran sabio
del gran moralizador
del digno y triste farsante
el rostro del gran amenazador
el rostro del agresivo pacificador
el rostro policíaco del gran libertador
el rostro de Adolf Hitler
el rostro de Monsieur Thiers
el rostro del dictador
el rostro del fusilador
de no importa qué país
de no importa qué color,
el rostro odioso
el rostro desgraciado
el rostro golpeado
el rostro de masacre
el rostro del miedo.

Jacques Prevert

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