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domingo, 13 de abril de 2014

Fantasmas II

La nube de color rojo, el deseo
que ocupa cada vez más espacio
me apuñala
desde adentro
me retuerzo

sangran las viejas heridas
y me relamo de nuevo
por las noches
como una gata en celo

el precio de ser
de convertirse en una
de encontrarse

lo que se niega a resignar

Porque costó lágrimas
gritos
desgarros
el pecho cerrado
la sangre en un puño
hirviendo
               entonces
               mujer
no se resigna
no se deja al costado de nada
no se escupe la sangre que corre
no se arranca la piel que se vuelve a formar
se cubre la carne ardiendo
se siguen lamiendo heridas
se grita con la voz
que tanto costo encontrar

(para poder volver a sangrar
al día siguiente)

miércoles, 16 de octubre de 2013

Olas


Otros que son otros. Otra
Pero vos. Pero no.
El pasado que vuelve
del mismo color
del mismo dolor
que no duele
que nada
El pasado
que recuerda la que fuiste
y no sos
pero sí
Y adelante
               pero
lejos
tu voz
tu risa
tus lágrimas
               duelen
En un dolor que es mar
que se va
para volver
Pero se va
trae la memoria
de lo que fue
que no fue
que pudo ser
que puede ser
               pero no
Y el dolor es querer
que el recuerdo
inventado
sea
               Pero no
No.

martes, 17 de septiembre de 2013

lunes, 17 de junio de 2013

Solas


Solas las dos
Con tu tristeza
No querías eso?
Y ahora te inunda
Te sofoca
Te arrastra en su marea gris
Sin que derrames una lágrima 
Cómo hace tiempo
Pero con la tristezasoledad
Qué se interpone a todo

Este cuerpo


La fuerza para cambiar este mundo
pero
llevar a la rastra este cuerpo
que me encierra
y no protege
de ningún golpe

domingo, 19 de mayo de 2013

Exorcismo


Siguiendo un consejo amigo, exorcizo.
La angustia, tu presencia, las derrotas.
La soledad, el desamparo, tu desprecio.
Los miedos, los susurros, los silencios.
Tu olvido, mi memoria, la distancia.

viernes, 17 de mayo de 2013

Sólo un segundo


“Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre? 
Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.”

jueves, 7 de febrero de 2013

Amen



Por qué condena
a una vida para otros?
Al camino bloqueado una, dos,
tres veces
El destino más que claro
bien oscuro
repleto de soledades
muchas
no una, no dos
todas las soledades
que podés soportar
Y vas a soportar
porque no sabés
porque no querés
evitarlas

Aunque duelan

y duelen
más que las espinas
duelen puñal
duelen amor
duelen

domingo, 20 de noviembre de 2011

Susurros


reencontrar mi voz
que se quiebra ante cada palabra
volver a atar los pedazos rotos
que se pierden con cada lágrima
enhebrar el hilo
cerrar la herida
¿podrá cicatrizar?
¿volverá a ser mi voz?
¿será otra?
¿será?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Tiempo


Tiempo. 
Perderlo en un viaje sin destino.
Encontrarlo detenido en un pueblo gris y verde.
Verlo pasar lentamente,
verlo irse.
Y una permanece.
Sola.
En un pueblo gris y verde donde se detiene
el tiempo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Sin permiso

Se desvaneció por tercera vez, y si dependiera sólo de mí, sería la definitiva. 
Otra vez toda la vida se desmoronaba, todas las partículas de felicidad que me sostenían casi artificialmente fueron a parar a la nada al momento de escuchar su voz en el teléfono, "si te interesa nos vemos a las tres", "después charlamos de seis a ocho que a las nueve se va el colectivo"
Y evidentemente el problema es mío que seguía inventando no sé qué cosa que podía pasar que no iba a pasar, que sabía que no iba a pasar. Tres veces la misma piedra Letizia, 3 veces!

Del otro lado ya no puede quedar más nada, no tiene sentido. No tiene sentido esto que escribo, no tiene sentido ninguna novela, no tiene sentido enamorarse de una mujer así. Pero sucede.

Será cuestión de vivir con lo (poco) que me da la realidad. De salir de un golpe, de una patada, del mundo de fantasía de una vida con ella. Y lo que queda da angustia, y una cae en una especie de conformismo vulgarísimo, escéptico, y mejor casi estar sola, con mis libros, con mis palabras, con las palabras de otros que llenan huecos con vidas de otros, que tampoco existen, pero que alguien tuvo el valor de conjurar.

Me queda tu libro de la soledad, me queda claramente eso de vos, no podía ser de otra manera. "Yo soy tu soledad" que ahora entiendo en su cinismo completo. Vos sos mi soledad querida, y hoy, ahora, luego de cortar el teléfono, desearía olvidarte.