viernes, 1 de agosto de 2014

Del reino de la necesidad al reino de la libertad


"El género humano tiene derecho a estar orgulloso de sus Aristóteles, Shakespeare, Darwin, Beethoven, Goethe, Marx, Edison, Lenin. ¿Pero por qué estos hombres son tan escasos? Ante todo, porque han salido, casi sin excepción, de las clases elevadas y medias. Salvo raras excepciones, los destellos del genio quedan ahogados en las entrañas oprimidas del pueblo, antes que ellas puedan incluso brotar. Pero también porque el proceso de generación, de desarrollo y de educación del hombre permaneció y permanece siendo en su esencia obra del azar; no esclarecido por la teoría y la práctica; no sometido a la conciencia y a la voluntad.
La antropología, la biología, la fisiología, la psicología, han reunido montañas de materiales para erigir ante el hombre, en toda su amplitud, las tareas de su propio perfeccionamiento corporal y espiritual y de su desarrollo ulterior. Por la mano genial de Sigmund Freud, el psicoanálisis levantó la envoltura del pozo nombrada poéticamente el “alma” del hombre. ¿Y qué nos ha revelado? Nuestro pensamiento consciente no constituye más que una pequeña parte en el trabajo de las oscuras fuerzas psíquicas. Buzos sabios descienden al fondo del océano y fotografían la fauna misteriosa. Para que el pensamiento humano descienda al fondo de su propio océano psíquico debe iluminar las fuerzas motrices misteriosas del alma y someterlas a la razón y a la voluntad.
Cuando haya terminado con las fuerzas anárquicas de su propia sociedad, el hombre trabajará sobre sí mismo en los morteros, con las herramientas del químico. Por primera vez, la humanidad se considerará a sí misma como una materia prima y, en el mejor de los casos, como un producto semiacabado físico y psíquico. El socialismo significará un salto del reino de la necesidad al reino de la libertad. También es en este sentido que el hombre de hoy, lleno de contradicciones y sin armonía, franqueará la vía hacia una nueva especie más feliz."

León Trotsky, en ¿Qué fue la Revolución Rusa? (1932)

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