lunes, 6 de enero de 2014

Correspondencia


Comparto una hermosa carta que me escribió mi amigo y camarada Sergio, que él se animó a publicar en su blog (y yo hace tiempo quería compartir), y mi respuesta (que yo me animo a publicar en el mío)

Carta a una amiga

Sabes, Me encanta escribir, es en las palabras silenciosas donde me descubro medio perdido pero muy en mí.
Me decido a escribirte, esta vez mezcla de sueño y anhelos por el simple hecho de escribirte, en momentos donde me encuentro con el deseo de gritar en silencio, gritar esas sensaciones que uno va juntando.
Ese encanto que tienen las palabras en la mente que no salen por los labios, inexplicablemente te pienso como mi confesora, colega y amiga.
Tengo que confesarte que te extraño y me haces falta, me siento solo a veces y venís a mis pensamientos, parece que quisiera contarte mil cosas, mientras pasa el tiempo y las guardo para mí.
Te lo voy a decir de una vez, traspasaste las barreras de lo cotidiano y apareces como un personaje de mis sueños, mi heroína y mi dulce amiga con las manos y los ojos débiles, y te convertiste en un personaje maravilloso que actúa en mis cuentos, y en mi vida.
Te cuento que mis dolores calmaron un poco, aunque se ha vuelto parte de la rutina, vuelve en su momento, aunque los dolores más profundos se están yendo, despacito, pero se están yendo.
Mi cuerpo y mi cabeza me están diciendo que los años pasaron, y dejaron sus marcas, aclaro que me siento más joven que nunca. A mis recuerdos vuelve ese niño que juntaba hojitas allá en las cosechas de yerba mate de tierra colorada, esperando oír maravillosas historias de héroes guaraníes, de las mujeres y niños resistiendo el ataque de la triple alianza, tampoco ese joven que cumplía los sueños de casa propia de trabajadores de cuello blanco, quienes ponían en cada ladrillo un sueño que le vendió la sociedad capitalista.
Creo que cada párrafo que escribo merece una historia, pero serán tinta de otro papel.
Cuanto de ese niño que jugaba junto a su padre a armar raídos de 100 kilos de yerba mate para algún patrón que devolvía unas monedas a cambio para poder comer a la noche, cuanto de ese joven con las manos marcadas por el frio del agua en el invierno preparando el material para construir sueños, otra vez a cambio de unas monedas, cuanto de ellos hay en mi hoy?
Y cuantos errores en el medio amiga, pero de todo se aprende no?
En un momento mis brazos se marcaron con la fuerza y el fuego de quien no puede más que cambiar su tiempo en mercancía, esta vez no iba agachar la cabeza, solo fue el comienzo, luego conocí el poder que tiene nuestra clase no solo para transformar la naturaleza, para transformar el mundo, en uno que valga la pena vivir.
Mientras le dedicamos nuestra vida a cambiar el mundo, uno va armando su vida con sus fortalezas y debilidades, allí te encontré. Armando nuestro presente y cuanto nos espera.
Pareceré un loco que escribe mareado en el medio de todo, pero prefiero mantenerme así, de todos ellos aprendí, hoy estoy aprendiendo. Lo mejor me quedo marcado, y lo malo, ya te lo dije, se está yendo de a poquito, de a poquito, pero se está yendo…
Algunas cosas serán sueño, otras serán cuentos, otras serán palabras, pero mi carta quiere mostrarte que ya sos parte profunda de mi vida, querida amiga.
Espero verte pronto.

Con mi profundo respeto y cariño, tu camarada Ser

---------------------------------------

Bueno, empiezo en cuotas, creo, ahora que estoy más tranquila, y con una mezcla de alegría-preocupación-ansiedad y un dejo de tristeza que me quedó de arrastre de mi estado personal, que pinta que va a ser así un tiempo, o al menos un poco inestable...
Tu carta me pareció hermosa, conmovedora y me llegó hasta el fondo, porque eso que me decís es algo compartido, porque vos también te instalaste en mi vida de la misma forma. Y sos de las cosas más lindas que me pasaron en este año y medio. El viernes escuché una canción que le cantaron a una compañera, bellísima, de La Máquina de hacer pájaros (http://www.youtube.com/watch?v=lxMbR4EjXmk) y me acordé de nosotros y medio nos vi así y me emocioné mucho. Pensar en que tenemos años por compartir, muchos, y que uno pueda conservar un amor, una relación así, con un dejo de pureza como ese de cantarle todos los cumpleaños una canción a alguien con la misma emoción, a pesar de que pase el tiempo, las pruebas, la vida... me sentí muy bien esa noche, contenida, acompañada, rodeada de gente de esa que decís "pucha, con esta gente que apenas conozco comparto tanto, y es tan valioso, y es como un sentimiento raro, de camaradería de en serio, aunque sin riesgos, sin vidas en juego, pero profundo. Y pensé en vos, por eso te dije ayer que quería que estuvieras. Me hubiera gustado estar ahí con vos, creo que más que con nadie.
Esta todo cortado mi mail, pero creo va teniendo sentido, y tal vez notes los cortes, que son un poco mi estado de ánimo que va y viene, medio desequilibrado, medio en un mar de un amor que no se dónde va a terminar, pero que ya estoy ahí en medio de las olas, y no queda otra que dejarse llevar, intentando buscar una orilla cuando dan las fuerzas. Leyendo tu mail y recordando algunas charlas me acordaba que de pequeña reivindicada imitar gestos y actitudes bonitos de la gente, apropiarse de ellos, y contruirse a uno mismo de esa forma, y a la vez trasladarlo, forjando lazos así también. Y pensando en nosotros, tan distintos nuestros mundos, nuestras historias, me parecen casi mágicos nuestros mimetismos, nuestros estados compartidos, nuestras ideas que coinciden en tiempo y lugar, esa complicidad de parecerse un poco en lo diferentes que rescato siempre contra ese posmodernismo individualista de que cada uno es unico y bla. Creo que eso es parte de "habernos domesticado" como dice el principito, y de tener esa certeza de que vamos a compartir años, si las circunstancias nos dejan. Yo tengo eso con poca gente, y en general me ha costado más construirlo, por eso es tan especial también que nos hayamos encontrado así, y partir de ahí para seguir construyendo una amistad todos los días, nos adelanta algo cada vez más interesante, que espero podamos proyectar más allá de nosotros y transformar también en un aporte interesante al partido. Veremos...
Lo que me contás de tu vida amerita un cuento que puede ser genial, describir una historia así, con palabras tan bellas, es todo un mérito, que realmente admiro de vos, todo un diamante en bruto que se pule y brilla cada vez más. Me gusta contribuir un poco a eso, a hacer no cualquier bolchevique, como dice Cannon, sino uno como él, que no se juntan de a tantos, pero que son los más importantes.
Tarde pero contesté, un domingo que me desperté con ganas de palabras. Y sola.
Te dejo la canción de regalo.
Puedo compartir tu carta en mi blog?
Te quiero muchísimo,
Letizia

3 comentarios:

  1. <3... definitivamente me gustan las cartas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Coincido. Entrar en lo mas hondo del mundo interior de alguien

      Eliminar